miércoles, 27 de junio de 2007

Agítese antes de ingerir

Viva el verano con sus playas y con sus payas!! Por eso hoy vamos a tocar (a hablar sobre) un tema que tiene mucho que ver con esto y que debe ser motivo de precaución cuando sus niños vayan a disfrutar con sus colchonetas en el mar.

Se trata de la famosa superproducción Tiburón (1975), de Steven Spielberg, que a más de uno le ha quitado las ganas de darse un remojón y corrobora la teoría de otros de que tanta agua no puede ser buena (Asociación de Agricultores contra los Imponderables).

Es una película de terror y suspense, que te hace estar en tensión los 124 minutos que dura, con algún sustito incluido (pero se queda en eso, en sustito). Un filme del Nuevo Hollywood, la primera película comercial propiamente dicha, que recaudó una millonada en todas las taquillas del planeta. Depués de ella, se desatará el fenómeno comercial, de marketing y merchandising con la mítica saga de La guerra de las galaxias (Star Wars) de George Lucas. Y así hasta nuestros días, timadores y sajadores. Gracias frikis por contribuir a la retroalimentación de la industria, con vuestras camisetas de C3PO y Chewaka.

Bueno, que nos vamos por otros cauces galácticos que no son los del mar. Mi opinión, que está muy bien realizada, logra a la perfección crear el efecto de terror psicológico y mantenerlo, por eso me gusta en ese sentido, que es una buena película, además de que tiene toques cómicos en ocasiones. Aunque yo no soy muy dado a presenciar películas de estas de estar agarrado a los brazos del sillón continuamente, no son de mi agrado, prefiero ponerme una de Woody Allen y partirme, pero sin tiburón que lo propicie.

El que quiera saber más, que la vea en primer lugar, y luego que se documente, que me tenéis frito, que yo me lo curro buscandoos cosas y luego no me comenta ni perri.


Besitoossss!!

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